De vez en cuando nos toca despedir a una compañera o compañero docente, es que la jubilación algún día nos llegará a todos.
Este año nos tocó despedir a dos amigas y compañeras, las Seños Graciela Dayub y Alejandra Pesado, a quienes queremos reconocer que su paso entre nosotros no termina ahora, sino que aunque las distancias sean físicamente lejanas, la cercanía espiritual permanecerá.
Después de tantos años de trabajo, de transitar distintos espacios de la educación, de mañanas madrugadoras y tardes agotadoras, llegó este momento en donde podrán mirar atrás y ver con intensa satisfacción todas las semillas que fueron sembrando y los frutos cosechados. Tantas niñas y niños que, muchos hoy adultos, se formaron acompañados por ustedes.
Dicen quienes han experimentado este paso, que es un momento difícil, hasta contradictorio, en el que se mezcla la alegría con un sabor amargo: después de muchos años de servicio, con la tristeza de dejar atrás algo grande, una vida de trabajo y dedicación con momentos tristes y postergarciones, pero muchos más alegres y de enriquecimiento. Y hoy por fin logran el merecido tiempo para poder disfrutar de otras cosas bellas de la vida, de mirar el camino recorrido y descansar.
Gracias por compartir este tiempo con nosotros, sean siempre bienvenidas a su Escuela N°1.
¡¡¡Muchas felicidades en esta nueva etapa!!!
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